Como maximizar tu vida 24 - Desayuno espiritual 27 de enero de 2014
Viviendo con Salud y Plenitud
Dios ha proveído de todo lo que necesitamos para vivir una vida sana y plena.
La Biblia nos enseña que somos espíritu, tenemos un alma y vivimos en un cuerpo.
Cuando nacemos de nuevo, nuestro espíritu vuelve a la vida. En ese momento, nuestra mente empieza un proceso de renovación a medida que se va alimentando de la Palabra de Dios. Así es como llevamos a cabo nuestra salvación en Jesús (Filipenses 2:12). Es un proceso, no un evento puntual. Es un trayecto, no un destino en sí.
Cuando Jesús vino a la Tierra y vivió como un hombre, Lucas 2:40 nos dice que “se hizo fuerte en el Espíritu” y, Hebreos 5:8 nos cuenta que, “aunque era Hijo de Dios, aprendió obediencia por las cosas que sufrió.”
No importa quién eres o cuántos años llevas siendo cristiano, todo el mundo pasa por pruebas y tiempos desafiantes. Sin embargo, es justamente durante estos momentos que descubres la fuerza de tu espíritu y la salud de tu alma, especialmente si se trata de cuestiones relacionadas con enfermedad o problemas físicos. Esto no significa que estemos negando el impacto que estas cosas tienen en nuestra vida y que no tengamos que buscar consuelo en Dios y Su pueblo. Sin embargo, la Biblia insiste en que no debemos permitir que los problemas de este mundo nos aplasten. Proverbios 18:14 dice: “Un espíritu sano conquista la adversidad pero, ¿qué puedes hacer si tu espíritu está hecho pedazos?”
¿Te comprometes a llegar hasta el final de tu vida con Dios? Cuidar de tu cuerpo terrenal es algo que glorifica a Dios. No permitas llegar a ‘quemarte’. No empujes a tu mente, alma y espíritu hasta el límite. En vez de eso, escucha la Palabra de Dios y, aplica la sabiduría divina y sus buenos parámetros, que te ayudarán a desarrollar en ti un estado de bienestar.
ORACIÓN: Gracias por Tu Palabra, que es vida y salud para mí. Ayúdame a vivir con salud y en plenitud. Hago mía la oración que Juan oró: Sé que prosperaré y estaré sano así como prospera mi alma.Viviendo con Salud y Plenitud
Fuente:bible.com
Dios ha proveído de todo lo que necesitamos para vivir una vida sana y plena.
La Biblia nos enseña que somos espíritu, tenemos un alma y vivimos en un cuerpo.
Cuando nacemos de nuevo, nuestro espíritu vuelve a la vida. En ese momento, nuestra mente empieza un proceso de renovación a medida que se va alimentando de la Palabra de Dios. Así es como llevamos a cabo nuestra salvación en Jesús (Filipenses 2:12). Es un proceso, no un evento puntual. Es un trayecto, no un destino en sí.
Cuando Jesús vino a la Tierra y vivió como un hombre, Lucas 2:40 nos dice que “se hizo fuerte en el Espíritu” y, Hebreos 5:8 nos cuenta que, “aunque era Hijo de Dios, aprendió obediencia por las cosas que sufrió.”
No importa quién eres o cuántos años llevas siendo cristiano, todo el mundo pasa por pruebas y tiempos desafiantes. Sin embargo, es justamente durante estos momentos que descubres la fuerza de tu espíritu y la salud de tu alma, especialmente si se trata de cuestiones relacionadas con enfermedad o problemas físicos. Esto no significa que estemos negando el impacto que estas cosas tienen en nuestra vida y que no tengamos que buscar consuelo en Dios y Su pueblo. Sin embargo, la Biblia insiste en que no debemos permitir que los problemas de este mundo nos aplasten. Proverbios 18:14 dice: “Un espíritu sano conquista la adversidad pero, ¿qué puedes hacer si tu espíritu está hecho pedazos?”
¿Te comprometes a llegar hasta el final de tu vida con Dios? Cuidar de tu cuerpo terrenal es algo que glorifica a Dios. No permitas llegar a ‘quemarte’. No empujes a tu mente, alma y espíritu hasta el límite. En vez de eso, escucha la Palabra de Dios y, aplica la sabiduría divina y sus buenos parámetros, que te ayudarán a desarrollar en ti un estado de bienestar.
ORACIÓN: Gracias por Tu Palabra, que es vida y salud para mí. Ayúdame a vivir con salud y en plenitud. Hago mía la oración que Juan oró: Sé que prosperaré y estaré sano así como prospera mi alma.Viviendo con Salud y Plenitud
Fuente:bible.com
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