Saltando de Bungee Jumping
Por Diana Carolina Mendoza Corrales
Siempre he deseado tener la oportunidad y la valentía de disfrutar la experiencia emocionante, fuerte y muy cargada de adrenalina del Bungee Jumping.
El Bungee Jumping, según la definición libre de Wikipedia es un deporte extremo. Consiste en hacer un salto al vacío desde una considerable altura, desde puente, plataforma o grúa, generalmente con una conexión desde los tobillos a una cuerda elástica, que permite, primero, caer acelerando, luego amortigua la caída y provoca rebotes.
Al leer un poco sobre este deporte pienso en la similitud en algunos aspectos de este a la fe.
A pesar que para algunos, las motivaciones que lo llevan a la práctica de deportes extremos es aumentar el apego a la vida, valorarla más y aprender eficaces técnicas de seguridad para favorecerla, al menos en circunstancias similares. La fe nos motiva el apego a nuestra fuente de Vida, la palabra de Dios.
La fe en la palabra de Dios es nuestro contacto directo, íntimo y verdadero con el mismísimo Altísimo, soberano y amoroso Dios.
Mucho se ha hablado de la fe, hay múltiples definiciones y experiencias en cuanto a ella. Pero que es la fe para ti y para mi?
La fe para mí es creer y confiar en la verdad de Dios a pesar de los problemas, frustraciones, desesperanzas, ansiedades, alegrías, comodidades, en todo momento, la verdad que rige y acompaña nuestra vida.
Probamos la autenticidad de nuestra fe al tirarnos al vacío como en el Bungee Jumping y poder estar confiadamente en el Dios de la Vida y el Amor.
No es una fe basada en historias, experiencias sensoriales o "espirituales", en la fortaleza o debilidad de nuestro corazón, en nuestro estado de ánimo, si vemos o no la materialización de ella, aunque está se da cuando es real en el tiempo y el momento y a la manera de Dios.
No estoy hablando de caprichos, anhelos o fórmulas para obtener lo que quiero. Si no una confianza absoluta en que Dios está al control, él es verdad y es soberano, que he decidido creer en esa verdad, esperando confiadamente en su respuesta y que su poder es ilimitado.
Confía en el SEÑOR y pon delante de él tu corazón, tus sueños, expectativas, necesidades.
El sabe de lo que tenemos necesidad, pero espera que desarrollemos una relación intima y genuina de amistad y confianza con él. No sólo esperando de él cosas, eso es resultado de la relación de amor y maravillas con el Altísimo Dios.
El sabe de lo que tenemos necesidad, pero espera que desarrollemos una relación intima y genuina de amistad y confianza con él. No sólo esperando de él cosas, eso es resultado de la relación de amor y maravillas con el Altísimo Dios.
No nos confundamos, Dios no es un ser aislado de nosotros, que tiene muchas cosas en mente y en sus manos que no tenga tiempo ni le importe ocuparse de nuestros asuntos, pero tampoco lo confundamos con el genio de la lampara, solo esperando que le pidamos los 3 deseos mágicos para salir en beneficio de nosotros.
Cuando nos preocupamos, anhelamos demasiado, que ocupe nuestra mente, prioridades y corazón a tal grado de afectar nuestra nuestra fe en la Verdad de DIOS, podemos estar volviéndonos y siguiendo a la codicia, permitiendo que personas, cosas o circunstancias sean el centro de nuestra confianza, esperanza y plenitud. Llevándonos a no amar a nuestro Majestuoso Señor, con todo el corazón, mente y ser.
Esa confianza, que aunque aveces nos asalten dudas, sea firme y pueda decidir soltarse en el vacío para lograr el cuidado de Dios, sin ponerle a Dios nuestras condiciones y maneras en que creamos que deba ser, el lo dijo, el lo hará.
"Prefiero morir viviendo para ti que vivir muriendo sin ti".
Abigaíl ;)
23 El Señor le respondió a Moisés:
—¿Acaso el poder del Señor es limitado? ¡Pues ahora verás si te cumplo o no mi palabra!
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