Ayuda en angustia -Desayuno espiritual 11 de abril de 2015
El Dios que pertenezco, el Dios que yo adoro, envió un mensajero celestial para mí esta noche.
Hechos 27:23
Las tormentas y la oscuridad, combinada con el riesgo inminente del naufragio, habían traído el equipo del buque un apuro lamentable; sólo un hombre entre ellos permaneció absolutamente tranquilo, y por su palabra el resto fue tranquilizado. Pablo era el único hombre que tenía bastante corazón para decir, “tomen ánimo”. Había veteranos soldados Romanos a bordo, y valientes marineros, pero su pobre prisionero judío tenía más espíritu que todos ellos. Él tenía un amigo secreto que mantuvo su valor. El Señor Jesús envió un mensajero celestial que susurrara palabras de consuelo en la oreja de Pablo y como resultado su rostro brillaba, y él habló como un hombre tranquilo.
Si tememos al Señor, podemos buscar Su intervención oportuna cuando nuestro caso este en su peor momento. Los ángeles no son guardados por nosotros de tormentas o dificultades por la oscuridad. Los serafines no creen que sea bajo para ellos visitar al más pobre de la familia divina. Si las visitas de los ángeles son pocas y lejanas entre en tiempos ordinarios, serán frecuentes nuestras noches de tempestad y tormenta. Los amigos nos pueden abandonar cuando estamos bajo la presión, pero nuestra conciencia de los miembros del mundo angelical será mucho más evidente. Reforzada por palabras de amor que nos trajo el trono a través de la escalera de Jacob, seremos capaces de hacer proezas audaces.
¿Querido lector, afronta una hora de angustia? Entonces pida la ayuda particular. Jesús es el ángel del pacto y si busca fervientemente su presencia, no será negada. El estímulo que trae esa presencia será recordado por aquellos que, como Pablo, ha tenido el ángel de Dios esperando por ellos en una noche de tormenta, cuando las anclas bajaron y el naufragio amenazó
El ángel de Dios, esta cerca, en medio de mi oscuridad, silencio y mi temor; Ruge fuerte en salvaje mar tempestuoso, Tu presencia, señor, se me infundirán aliento.
El material devocional se toma de "mañana y tarde," escrito por CH Spurgeon, revisado y actualizado por Alistair Begg. /www.truthforlife.org
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