{Ester} Dia III ...Levantando el nombre de Jesús {Cuando los planes no salen como esperamos}: Desayuno espiritual 26 de enero de 2015



Leer Ester 1.9-12 / Meditar  Proverbios 12.16


Tengo una hermana menor.Ella es hermosa, generosa, divertida y tiene el mejor cabello del mundo. Busca de arriba a abajo el regalo perfecto para sus amigas y raramente dice “no” cuando está en su mano ayudar. Y ama a Jesús con todo lo que tiene. 


Y su verano no salió como ella esperaba. En abril, su hijo de seis años fue diagnosticado con cáncer. Un cáncer que requeriría un tratamiento agresivo de quimio durante seis meses seguidos. Un cáncer que significaba que debían mudarse de estado para estar más cerca del tratamiento y de la familia. Un cáncer que requirió hacer equilibrios entre el hospital, el trabajo y otros dos niños en casa con una cantidad de sueño con la que nadie más hubiera sobrevivido. Un cáncer que cambiaría la comodidad y la estabilidad de la vida que tantas de nosotras damos por garantizada. 


Nunca olvidaré el día en el que me llamó para contarme las noticias. Yo no podía dejar de llorar y ella estaba al otro lado de la línea telefónica consolándome, diciéndome que Dios es bueno. Así es ella. 


Ella podía haber dejado que cosas como el miedo, el resentimiento, la ira, el cansancio o el egoísmo salieran a la superficie. ¿Y quién la hubiera culpado por ello? Pero cada vez que hablaba con mi hermana, siempre salía de su boca algo que no esperaba. ¿Su respuesta a una vida que jamás hubiera planeado?


Alabar a Dios y servir a otros.


Ella compartió públicamente su fe de una manera audaz, sacando consistentemente el enfoque de ella misma y guiando a las personas hacia Jesús. Ella llenó su mente con la verdad de la Palabra de Dios y dio gracias prueba tras prueba. Nunca perdió el gozo, demostrando su confianza total en su Dios poderoso. Ella sirvió de manera sacrificial en el hospital día y noche y pasó sus escasos momentos libres recolectando docenas de regalos para animar a otros pacientes de oncología pediátrica y sus familias.


Ella dio de sí misma una y otra vez porque, como sierva de Cristo, ella sabe que su vida debe ser entregada.


Quizás la parte más hermosa de esto sea cuando le pregunté si podía compartir su historia con todas ustedes y ella dijo: “Tan solo asegúrate de que no se trate de mi, sino de Jesús. Eleva Su nombre en alto.”


No se trata de mí. Guau.


Ester capítulo 1 nos cuenta una historia muy diferente. La vida del rey Asuero trataba exclusivamente sobre él mismo.


"Para mostrar él las riquezas de la gloria de su reino, el brillo y la magnificencia de supoder, por muchos días, ciento ochenta días.” – Ester 1.4


Su reino.


Su majestad.


Su nombre.


y cuando los planes de Asuero y su poder y confianza no le conseguieron lo que quería…


"y el rey se enojó mucho, y se encendió en ira.” – Ester 1.12


Lo entiendo.


Necesito orden. Soy una mujer predecible. Me encanta que un buen plan salga bien.


Todo eso parece bien en el momento. Parece responsable. En control. No me hace sentir incómoda y salva mi reputación la mayor parte del tiempo.


¿Pero cuál es mi respuesta cuando los planes no salen como quiero? ¿Alabo a Dios y sirvo a otros? ¿o me enciendo de ira?


El mundo nos dice que merecemos aferrarnos al miedo, al resentimiento, a la ira, al cansancio y al egoísmo. Nos dice que tenemos que luchar por nuestra comodidad y nuestra reputación. nos dice que nos cuidemos a nosotros mismos y elevemos nuestros “reinos” a cualquier precio.


Pero como sierv@ de Dios, estoy llamad@ a tener un comportamiento diferente. Estoy llamad@ a abrazar la soberanía de Dios a pesar de que no se den las circunstancias ideales. A ser una luz a un mundo que necesita ver a Jesús desesperadamente. A rendir mi vida para que el nombre de mi Salvador sea puesto en alto.


Dios ayúdame a enfocarme en la Verdad en lugar de en la prueba.


Ayúdame a dar gracias en lugar de ceder al miedo.


Ayúdame a escoger el gozo en lugar de la ira.


Ayúdame a confiar en tu poder en lugar de confiar en mi plan.


Ayúdame a elevar tu nomber en lugar de elevar el mío propio.


Que cada vez que alguien cuente mi historia…diga que nunca se trató sobre mí, sino que fue todo sobre Él.



No pertenece [ No a nosotros, no] a nosotros, Señor . 




La gloria pertenece a usted · [ su nombre]


a causa de su amor · [fidelidad] y lealtad · [fidelidad] . Salmo 115.1 (EXB)



Fuente: ama a Dios grandemente 

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