Como maximizar tu vida 26 - Desayuno espiritual 02 de febrero de 2014
En Paz
La paz es algo que todo el mundo quiere tener de una manera u otra. Ya sea una madre trabajadora que anhela un poco de ‘paz y tranquilidad’ o dos poderosos aliados trabajando en una complicada negociación política. El concepto de paz está en vivir en un estado de contentamiento y tranquilidad – de seguridad, libertad y armonía social.
Seguro que has escuchado alguna vez aquello de “¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?” Esto sirve para poder medir la perspectiva de una persona. ¿Qué ves cuando miras el vaso? ¿Te enfocas en lo que tienes o en lo que no tienes? Aquello en lo que te enfocas en la vida determina si vas a experimentar o no paz en tu corazón.
La Biblia nos da instrucciones bien claras sobre dónde encontrar y cómo vivir desde un lugar de paz, así como qué puede robar nuestra paz:
¡Qué preocupante es la preocupación!
La ansiedad y la preocupación van en contra de la paz interior. Cuando estás preocupado o agobiado por algo, no tienes paz. De hecho, ¡preocuparse es un auténtico peligro para la salud! Proverbios 12:25 dice: “La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime.” La Nueva Traducción Viviente dice: “La preocupación agobia aplasta a la persona; una palabra de aliento la anima.”
La preocupación se enfoca en confiar en tus propias habilidades, pero Filipenses 4:6-7 dice:
“Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.”
La paz no se puede ganar, pero sí se puede encontrar. La clave está en cambiar tu preocupación en acción de gracias.
Romanos 5:1 nos enseña que gracias a que somos justificados por la fe en Jesús, tenemos paz con Dios. La gracia de Dios deja bien claro que no tenemos que ganarnos la paz, sino que viene por nuestra fe en Jesús y, por apoyarnos y confiar en Su Palabra.
ORACIÓN: Padre, deseo vivir en paz. Ayúdame a confiar en Ti en los desafíos que debo enfrentar y a enfocarme en todo lo que Tú has hecho en mi vida, siempre con un corazón agradecido.
La paz es algo que todo el mundo quiere tener de una manera u otra. Ya sea una madre trabajadora que anhela un poco de ‘paz y tranquilidad’ o dos poderosos aliados trabajando en una complicada negociación política. El concepto de paz está en vivir en un estado de contentamiento y tranquilidad – de seguridad, libertad y armonía social.
Seguro que has escuchado alguna vez aquello de “¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?” Esto sirve para poder medir la perspectiva de una persona. ¿Qué ves cuando miras el vaso? ¿Te enfocas en lo que tienes o en lo que no tienes? Aquello en lo que te enfocas en la vida determina si vas a experimentar o no paz en tu corazón.
La Biblia nos da instrucciones bien claras sobre dónde encontrar y cómo vivir desde un lugar de paz, así como qué puede robar nuestra paz:
¡Qué preocupante es la preocupación!
La ansiedad y la preocupación van en contra de la paz interior. Cuando estás preocupado o agobiado por algo, no tienes paz. De hecho, ¡preocuparse es un auténtico peligro para la salud! Proverbios 12:25 dice: “La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime.” La Nueva Traducción Viviente dice: “La preocupación agobia aplasta a la persona; una palabra de aliento la anima.”
La preocupación se enfoca en confiar en tus propias habilidades, pero Filipenses 4:6-7 dice:
“Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.”
La paz no se puede ganar, pero sí se puede encontrar. La clave está en cambiar tu preocupación en acción de gracias.
Romanos 5:1 nos enseña que gracias a que somos justificados por la fe en Jesús, tenemos paz con Dios. La gracia de Dios deja bien claro que no tenemos que ganarnos la paz, sino que viene por nuestra fe en Jesús y, por apoyarnos y confiar en Su Palabra.
ORACIÓN: Padre, deseo vivir en paz. Ayúdame a confiar en Ti en los desafíos que debo enfrentar y a enfocarme en todo lo que Tú has hecho en mi vida, siempre con un corazón agradecido.
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