UNA PALABRA A LOS HOMBRES ACERCA DE LAS MUJERES
Podría ser una experiencia humillante para algunos de hombres que se nos dejara ver cuánto de valor espiritual permanente está siendo llevado a cabo por las mujeres en las iglesias. Como en los días de su carne. Cristo sigue teniendo devotas seguidoras que van bien dispuestas en pos de Él y que le sirven. La tendencia masculina a tener en menos a estas «damas elegidas» no habla demasiado bien de los miembros varones de la comunidad espiritual. Nos conviene algo más de humildad, y también un poco de gratitud. Si la oración es (como creemos en verdad) una parte integral del esquema general divino de las cosas, y tiene que ser ofrecida si se debe llevar a cabo la voluntad de Dios, entonces las oraciones de las miles de mujeres que se reúnen cada semana en nuestras iglesias son de valor inestimable para el reino de Dios. Que tengan más poder, y que su número se incremente diez veces. Pero guardémonos de no caer en el pusilánime hábito de depender de que las mujeres de la iglesia oran...