~Hallel~ Mujeres que cantan salmos en medio del dolor


La noche antes de morir, Jesús, preparándose para sufrir, quiso despedirse con una última comida con sus amigos (los discípulos).

Luego de haber cenado, la Escritura dice que cataron, tal como lo señala el evangelio de Mateo:

" Después de cantar los salmos, salieron al monte de los Olivos".

Mateo 26:30 NVI

En la tradición de la Pascua, los judíos cantaban el "Hallel", el himno o ~cántico de alabanza~, compuesto por 6 salmos, del 113 al 118, durante toda la celebración.

Así, al inicio de este momento sublime, se cantó el Salmo 113, conocido como el "Gran Aleluya":


¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, desde ahora y por siempre. Desde la salida del sol hasta su puesta, sea alabado el nombre del Señor.

Salmos 113.1-3  NVI


Finalizando con el Salmo 118, que en alguna de sus partes declara:


Desde mi angustia clamé al Señor, y él respondió dándome libertad.

Salmo 118:5 NVI


Este último canto nos ofrece una ventana al corazón de Jesús, mientras atravesaba el sufrimiento.

Nos muestra cómo Jesús, ante momentos angustiosos, llenos de estrés, decidió acudir al Padre en oración para que fuera su fuerza, su canto y su salvación.

Su canto no fue sólo un acto de voz y emociones, más que eso, fue una verdadera adoración espiritual, una oración gozosa en voz alta al Padre.

Jesús nos enseña que debemos unir la alabanza con la oración y enumerar las misericordias de Dios cuando enfrentamos cada prueba de la vida.

Entonces, cuando Jesús cantó, no solo dijo versos inspirados con hermosas melodías y maravillosos arreglos artísticos,


Jesús oró


¿Se imaginan que en esa época hubieran tenido un estudio de grabación? A mí me hubiera encantado ese álbum de Jesús cantando con sus discípulos.

Qué consuelo para nuestros corazones hoy, la misma misericordia y salvación nos da el Padre por medio de Jesucristo, quien murió por ti y por mí, resucitó y está sentado a la diestra de Dios en gloria, y en majestad.


El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.

Hebreos 1:3 NVI


El hecho de que Jesús cantara en un momento como este,


 ¿Qué nos enseña sobre él?


Imitenos su carácter, siendo mujeres que cantan Salmos ~Hallell~ al Padre, como una oración que brota de lo más profundo del ser, reconociendo que sólo él es nuestro canto, alegría y victoria.


El ejemplo de Jesús es nuestro poder.


@Ninalovehope






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