El Temperamento Colerico
• Es el del temperamento fogoso, activo, práctico, de recia voluntad
• Es autosuficiente y muy independiente. Tiende a ser terminante; le resulta fácil tomar decisiones tanto para sí como para los demás
• El colérico prospera en la actividad; no necesita ser estimulado por los que lo rodean, sino que por el contrario, es él quien los estimula con sus dosis de ideas, planes y ambiciones
• Su mente aguda y penetrante le permite tomar decisiones instantáneas y planear excelentes proyectos de largo alcance
• No vacila bajo la presión de lo que puedan pensar los otros. Se define claramente sobre un tema. No lo asustan las adversidades; más bien lo estimulan. Posee una tenaz determinación
• El éxito le sonríe donde otros fracasan, no porque sus planes fueran mejores que los de ellos, sino porque prosigue empecinadamente cuando los otros se han desanimado y han renunciado
• Es un líder nato. Su naturaleza emocional es la parte menos desarrollada de su temperamento
• No simpatiza fácilmente con los demás ni demuestra o expresa compasión por nadie. Se siente molesto o disgustado ante las lágrimas ajenas
• Aprecia poquísimo las artes porque su interés primordial está en los valores utilitarios de la vida
• Es rápido para reconocer las oportunidades y para diagnosticar la mejor manera de aprovecharlas
• Cuenta con una mente bien organizada pero le aburren los detalles
• No es dado al análisis; más bien es dado a rápidas e intuitivas estimaciones
• Una vez comenzada la carrera en pos de su meta, es capaz de atropellar sin miramientos derribando a los que se opongan a su paso
• Tiende a ser dominante y mandón y no duda en usar a la gente para la obtención de sus fines; se le considera como un oportunista
• Su actitud de autosuficiencia y de fuerte voluntad le hacen difícil alcanzar a Cristo en la edad adulta
• Aún después de convertirse a Cristo, les resulta difícil confiarle a El su vida
• Los cristianos con temperamento colérico son los que más tardan en comprender lo que Cristo dijo: “Sin mí nada podéis hacer”
• No hay límites a sus posibilidades como cristianos cuando aprenden a permanecer en Cristo
• Muchos de los grandes generales y líderes de la historia han sido coléricos
• Son buenos ejecutivos, hombres de ideas, productores, dictadores o criminales, según sus normas morales.
Reflexiones cristianas
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