El camino a Jerusalen: En el Camino al calvario Nº 1
Vamos a Jerusalén. El Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los maestros de la ley. Él será condenado a muerte,19 y los sacerdotes y los maestros le entregarán a los romanos, de Él se burlarán, lo azotarán y crucificarán. Pero al tercer día, Él se levantará de los muertos a una nueva vida resucitada . Mateo 20.18-19 (Voice)
El camino de Jericó a Jerusalén tenía sólo catorce kilómetros. Medio día de viaje. Jesús está en el frente de su grupo de discípulos. Como un joven soldado marchando hacia la batalla. Jesús declara su misión, olvida cualquier sugerencia que fue atrapado y hacer un error de cálculo. Ignora cualquier especulación, que la Cruz era un intento desesperado por salvar a una misión moribunda.
Estas palabras nos dicen que Jesús murió... En propósito. Sin sorpresa. Sin vacilación. Sin flaquear.
La forma en que Jesús marchó a su muerte no deja dudas: había venido a la tierra para este momento. El camino de la Cruz había comenzado mucho antes de salir de Jericó. Como el eco de los crujidos de la fruta que todavía sonaba en el jardín de Eden, Jesús se iba para el Calvario.
Jesús caminó hacia Jerusalén con la promesa de Dios en su corazón. La divinidad de Cristo aseguró la humanidad de Cristo, y Jesús habló suficientemente fuerte para que los abismos del infierno vibren: "Y al tercer día se levantará otra vez".
¿Hay una Jerusalén en tu horizonte?¿Estás en un breve viaje de encuentros dolorosos? ¿Estas a sólo unos pasos de las paredes de tu propia angustia?
Aprende la lección de tu maestro. La próxima vez que te encuentras en el camino de Jericó marchando hacia Jerusalén, pon las promesas de Dios en tus labios. Cuando la oscuridad de la opresión se asiente a tu alrededor, extrae valor de la palabra de Dios. Es sabio a marchar a Jerusalén con la promesa de Dios en tu corazón.
Fuente: Los Angeles guardaron silencio por Maxc Lucado (Thomas Nelson) - www.biblegateway.com
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