Ellos lo adoraron - Desayuno espiritual 20 de diciembre de 2013
Y cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María su madre, y postrándose, le adoraron:Mateo 02:11 RV
Venid, adoremos en adoración, doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor. Salmo 95:6 NVI
Los hombres sabios adoraron al niño de corta edad, porque Él era el Hijo de Dios. Él era el que estaba allí desde el principio, al hablar de la existencia los cielos, la tierra y todo lo que vive en ella. Él era el que conocía la eterna comunión con su Padre en el cielo, y él fue el que fue adorado por toda la hueste celestial.
La mayor revelación que vino a los sabios fue el descubrimiento de que las respuestas que buscaban eran que no se encuentra en las prácticas paganas, pero en una persona.
Dejaron atrás la oscuridad de los medos y los persas mientras seguían a la luz de su estrella.Dejaron atrás los rituales y el razonamiento de los hombres mientras buscaban la verdadera sabiduría de Dios. Dejaron atrás las prácticas de magia y brujería, ya que buscaron el único y verdadero Maestro. Dejaron atrás la vanidad y la idolatría de los gobernantes corruptos cuando salieron para adorar al recién nacido Rey.
La adoración es mucho más que cantar coros, tocar instrumentos musicales, o levantar las manos en alabanza. La adoración no se encuentra en el volumen de la voz, sino con la mansedumbre de nuestro espíritu, no en el ritmo de nuestra música, pero en la flexión de las rodillas, no en nuestros gestos exteriores, sino en nuestros corazones cedidos. Para conocerlo, para realmente conocerlo, arroja las puertas de par en par el culto. La adoración es acerca de Jesús-su belleza, su gloria, su majestad, y su hermosura. Cuando nuestro corazón ve al Jesús que adoramos, no podemos ayudarnos a nosotros mismos.
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